20 diciembre 2010

La campanita (nobis peccatoribus)

Una boca que se derrite por primera vez; par de pieles jamás recorridas. Prendas calurosas abandonando cuerpos que arden. Dos, en cama para uno. Minutos antes del mediodía en un sitio inadecuado ¿Amar, bajo cualquier circunstancia, podría acaso ser un error? Durante décadas, sus almas se habían compenetrado, a tal grado, que el acto físico quizá estaba de más: era un mero trámite que dictaba la vida.

A los besos le siguieron los arrumacos y también las preguntas: ¿Lo que estaba sucediendo era pecado venial, sacrilegio o una señal divina? La respuesta, francamente, no le interesaba, pero hacer un autoanálisis de cada acción era inherente a su forma de vida.

Después de la fusión corpórea-espiritual, le vino de súbito el sentido del deber. Se puso la sotana y caminó rumbo a la capilla pensando en lo maravilloso que es el amor. Llegó justo a tiempo para el Angelus. Y a las doce del día, sonó su campanita.

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25 octubre 2010

Recámara

Hay noches en que mi recámara
Me espera para que la arrope
Y le cuente historias de humanos,
O uno de esos episodios
En que me enfrento con el sinsentido
O simplemente soy.

Es el espacio entre mis brazos
Muy reducido para abarcar:
Toda la risa de sus cortinas,
El agobio pesado de sus muebles,
Las dudas empotradas en su piso
Y en su techo de tirol.

A veces su peso es tanto y
(Pobrecita no se da cuenta)
me oprime y me invade el pecho
Pero yo la abrazo
Y también a mi hermana
Que viene en el mismo paquete.

He necesitado 25 años
Para percatarme de que mi cuarto
No es el que yo creía
Porque no es mío, no estoy
En sus paredes aburridas
Ni contiene mi olor. (Sí mi cuerpo).

No es mío porque
cuando necesito hacerme ovillo,
no son sus muros un abrazo,
ni un lienzo en el cual pintarme
y vaciar mis dudas.

A veces me estorban sus muros que me acogen amorosos.

Hoy le voy a cortar los hilos
Que la amarran al buró y la cama
Para que vuele y respire
Nuevas cosas, mientras yo la veo
Desde abajo, reposando
En una noche de estrellas.

(ejercicio de minitaller de dos)

06 octubre 2010

Mexicanita al agua

1

Nos miran como lo que a simple vista parecemos: Un taiwanés y una iraní haciendo vida en el corazón de Sudamérica. Mientras ellos se aventuran adivinando cómo pudo empezar nuestra historia, yo me divierto explorando este espacio entre Perú y Bolivia.

Tu ímpetu por lo extremo me inspira a retarte a diversas actividades cada día: Nadar alrededor de la isla (desnudos), tirarnos del peñasco más alto (con los ojos cerrados), correr agua adentro (en la oscuridad), perseguir borregos en los caminos que serpentean las casas del pueblo.

Es voraz mi hambre por lo nuevo. Y tú no te quedas atrás. Has logrado un bello jardín de bonsáis andinos. Me gusta lo exacto de tu cuerpo acuclillado atendiendo con precisión oriental cada bracito de tus plantas. En el día participamos en la cosecha de la papa, preparamos el hilo que los lugareños convierten en arte textil, nos divertimos atrapando truchas traviesas, que se nos escurren de las manos, en las aguas del Titicaca. Compartimos con los indígenas en sus fiestas. Bajo nuestros pies descalzos el suelo de madera es un juego de percusiones sin ton ni son. La música sigue el compás de nuestras risas y abrazos. La cima de la montaña más alta nos regala las mejores vistas al atardecer y es el lugar donde renovamos nuestros pulmones. En las noches hacemos fogata, te comparto mis relatos y tú algunas teorías sobre la influencia de los astros en el destino. Cualquier rastro de intolerancia se quema ahí. Del ritual para dos la Pachamama es el único testigo.

2

La atención de la americana abandona el folleto sobre los incas y se instala en la conversación del argentino y la mexicana. La lancha va dejando atrás el sonsonete del guía turístico y las coloridas faldas de las mujeres que saludan desde la isla de los Uros.

El ritmo de los diálogos contrasta con la calma del lago Titicaca.

-¡Mande, mande, mande! ¿Por qué para todo usan el mande?-

-¡Dios! ¡Pero qué molesto eres argentino!-

-A ver, repite: “yo como yogur”-

-“Yo como yogur”-

-¡Viste! Todas apretadas las mandíbulas, se escucha malísimo, mexicanita-

-Pero escúchate tú. Estás diciendo “Cho-como-chogur”. ¡Tú eres el que lo está diciendo mal!-

Y ambos ríen. El chico le desabrocha los tenis, la mira, dispara frases que ella esquiva mirando los paisajes y preguntando al capitán detalles sobre su experiencia en la navegación que, francamente, no le interesan.

-Y ¿cómo se llama el pueblo que voy a visitar en verano?

-Hermosillo.

-¿Hermosillo?

-Her-mo-si-llo, no Hermosicho. Si pides un boleto a “Hermosicho” seguro te vas a perder eh.

-¿Tienen playa?

-Sí, tenemos “plachas” preciosas, no hay olas para surfear, pero te apuesto que nunca has hecho sandboarding, ¿verdad?

Ella sonríe. La americana disfruta toda la evolución de la escena, desde los primeros acercamientos accidentados hasta el rubor que ya empieza a ceder en la cara de la mexicana. El barco, en su interior, es un cálido encuentro intercultural; en la inmensidad del lago: un puntito blanco que se pierde.



3

El cielo es turquesa, a veces dorado y, otras, malvavisco metalizado. Cada tarde me preparo para ver un distinto color. Mientras contemplo el de hoy se me llena el pecho de risas, y el estómago, al recordar la manera en que llegué aquí. ¡Tus rasgos ya me son tan familiares! Últimamente, me entretengo enseñando yoga a los niños de los nativos. Tu jardín de bonsáis tiene una belleza hechizante. Les has compartido tus mejores técnicas a algunos hombres, y hay señoras que ofertan bellos ejemplares en sus tenderetes: los acomodan entre los chullos y las estolas multicolores que reciben a los turistas al desembarcar.

4

La plaza del pueblo en Amantaní se alza en lo más alto de la isla. Los turistas caminan entre puestos de artesanías y niños que piden un sol a cambio de dejarse fotografiar. Los rayos de Sol traspasan con suavidad la brisa. En la quietud, los visitantes tropiezan ocasionalmente con los borreguitos y las viscisitudes del idioma. El lago se cree mar. Todo queda capturado en la cámara de la americana: Las nubes guardando al sol, una familia mirando al horizonte, el vestido de la indígena que observa a los visitantes desde el arco de entrada del pueblo, la arquitectura mágica del centro artesanal, los niños jugando futbol con un alemán, la confianza creciente entre el argentino y la mexicana. Comienza a llover. Los turistas caminan fila abajo hasta el muelle. Al acurrucarse en su asiento, la americana se percata de que el barco regresa con dos lugares vacíos.

5

Desde la ventana de Nely, observo la embarcación turística recién llegada y los recuerdos que trae con ella. Qué fascinante me supo aquel día la historia que me contaste sobre tus padres llegando desde Taiwán a Buenos Aires, sin nada de español. De sus tropezados comienzos resultaron el mejor negocio de bonsáis de Argentina, y tú: un porteño con fisonomía asiática. En tono de broma te dije que yo descendía de un prestigiado linaje musulmán, pero mi “mande” me delató. Me hiciste burla de las palabras que usamos los mexicanos, y yo critiqué tu forma de pronunciar la “y” y “ll”. Entre otras cosas, presumiste que tenías todo para convertirte en el mejor bonsaista de Argentina, ¡Qué de Argentina; de toda América!

También me contaste sobre un primo, nacido en Taiwán, criado en Argentina y ahora explorador del desierto chileno. Me mostraste su foto como un tesoro. Y tal cual te la guardaste al ver que yo me la comía con los ojos.

¡Mexicanita al agua!, con esa frase y un pequeño empujón me sorprendiste en el muelle de Amantaní, a lo que respondí sujetándome de tus brazos flacos, que ya me empezaban a parecer amigos. Caminabas a la par mío mientras recorría la plaza del pueblo, veía las artesanías y degustaba platillos típicos en casa de los lugareños. En el transcurso te reté a ocurrencias que aceptaste sin pensar. Una de ellas fue el quedarnos a vivir en la isla. Y así empezó lo que hoy termina.

Antes de subirme al bote, agradezco a Nely un último plato de sopa de quinua, es un sabor que quiero llevar conmigo. La lancha se siente mejor que hace un año, le han reparado las goteras, el guía y el chofer son otros. No sé si alguien note mi presencia y la ausencia de la americana. El trueque entre ella y yo fue silencioso, suplicado por su mirada de curiosidad, asentido por mi necesidad de cambio, pactado por tu silencio cómplice. Sobre mis piernas llevo un pequeño bonsái, el último que elaboraste para mí ¿Crees que resista una visita al desierto?

Publicado en:
http://www.culturadoor.com/?p=3975

31 julio 2010

Qué más da

Qué más da si sol y sudor,
si agua o soquete,
nada satisface a la ciudad
que llora porque seca
que se ahoga cuando lluvia.
Sus lagrimales le arden de llorar
en seco y cuando llueve
se ahoga en calles colapsadas.
Aunque detesto a los llorones
y los cobardes me repelen
cuando muera quiero mi cuerpo
aquí donde hasta el perro suda
este lugar donde el calor detiene
y también la lluvia
donde no hay conformes
sino conformistas
porque tengo clavada la idea
de que el temple de su gente
no es más que un reflejo
de esta suerte de paradoja
climática.

20 julio 2010

Tonto con suerte

Su cerebro lo abandonó por falta de compatibilidad y diferencias irreconciliables. Ahora es director de una importante dependencia gubernamental.

05 julio 2010

Ambiente

Intentamos nadar contracorriente en un mar de agua seca. Caliente. La marea en que nos desplazamos es furia que abraza y golpea, amor apache, cariño impulsivo que lastima porque no sabe expresarse.

Somos de sangre roja y ardiente los peces que rompemos las olas. Nuestro aleteo es latido enérgico que se hace uno en el torrente sanguíneo de la ciudad. Nadamos con bandera de víctima y en sudor se nos van las ganas y el agua.

Carecemos de branquias (o están sin descubrir) pero sobrevivimos, nos aferramos al ambiente hostil que nos da acogida. Nos negamos a secarnos también por dentro. Somos palpitar húmedo en el corazón de un cuerpo agrietado.

30 junio 2010

Personajes

A falta del soundtrack, los efectos especiales, los close-ups y todos esos elementos que complementan una película o un programa de televisión, a veces no nos percatamos de que a nuestro alrededor transcurren personajes de la farándula.
Una vez andaba reporteando en el mercado Francisco I. Madero cuando me di cuenta que la directora del lugar era nada más y nada menos que Paquita la del Barrio: mismo cuerpo, misma cara, misma voz (si mal no recuerdo, al salir de su oficina, alcancé a escuchar que cantaba “Rata de dos pataaas…”).
Ayer caí en cuenta que el papá de Armandito es Diego Verdaguer, más chaparro, más flaquito, pero el mismo bigotazo, igual semblante y, no me consta, pero tiene cara de que no canta mal las “gruperas”.
Pero uno de mis hallazgos más recientes y agradables, fue cuando me encontré a Bridget Jones trabajando en la misma empresa que yo.
No tiene acento británico ni ojos azules, pero se desplaza por la vida con ese aire “Jonesco” tan singular. Al respecto, sólo espero que me toque la suerte de estar presente si algún día Hugh Grant pasa por ella a la hora de salida.

28 junio 2010

Quimera

Se enamoraron en el chat, hicieron química en facebook, pero cuando se quisieron abrazar no eran más que bits y megapixeles.

21 junio 2010

Desvaríos por insolación

A los indigentes que se funden bajo cielos de 44 grados centígrados: ¿Cómo los encuentro en Facebook?, ¿Qué fotos suben?, ¿Qué palabras pegan en la sequía de sus muros?, ¿A qué grupos de solitarios se unen? Do they like and dislike things? Y yo, ¿bajo la sombra de qué árbol virtual reposo mis sueños?

11 junio 2010

Cambalache

Cuando pienso en la isla Amantani, en el Titicaca, invariablemente recuerdo a Nely, la nativa que nos alojó en su casa.
Somos casi de la misma edad, pero qué diferentes parecemos. Ella está impregnada de la savia de la pachamama y yo, en cambio, lo estoy de las angustias propias de la vorágine llamada modernidad.
Algo de lo que más disfruté de ella fueron los platillos que nos brindó: sopa de quinua, queso asado, arroz blanco y, para pasar el bolo, un mate de muña. Uno de los banquetes que más he saboreado hasta hoy. Recuerdo a Nely acomodada en cuclillas en la casita de techo bajo, sus manos sostienen un cuchillito y las pequeñas papas que usará para el caldo.
Mientras rememoro, me descubro hincada, con un par de papas y un cuchillo en mis manos. A mi derecha, desde una desvencijada mesa de madera, un par de turistas me admiran en el proceso de cocinar. Percibo mi reflejo en la ventana, pero no es mi rostro sino el de Nely.
Y en mi casa, a miles de kilómetros al Norte, una extraña con mi rostro es recibida por mis padres después de un largo viaje.

Ciclo hídrico de una obsesionada con la higiene

Usé gel sanitizante a grado tal que terminé por evaporarme. Imperfecto el proceso de condensación y precipitación, una cuarta parte de mí se reintegró a la tierra en formato sólido, las otras tres siguen deambulando por el mundo: son nómadas que un día colman una pileta bautismal y otro bañan los cuerpos más esculturales del planeta.

09 junio 2010

ABC a 1 año de distancia

A 365 días de la tragedia de la guardería ABC de Hermosillo imagino a mi ciudad como una persona a la que aquél viernes 5 de junio de 2009 se le sacó abruptamente de su siesta de tarde calurosa.
La ciudad reposaba el calor de una mañana de casi verano, pero su ciclo de sueño fue alterado por la desafortunada conjugación de negligencia, fuego, humo, calor y las consecuencias de gritos, llantos, alaridos por demás repasadas en el inconsciente colectivo.
Y tras el despertar abrupto y doloroso ¿Qué sigue? El sábado en la noche, después del evento final del primer aniversario me pregunté, si además de estar ahí parada, de sentir lástima cuando pienso en las familias afectadas, de sentir coraje por lo que le pasó a los niños ¿estoy haciendo algo por la causa?
Y la conclusión a la que llegué fue que la acción que me corresponde es como ciudadana, exigiendo siempre y no dejándome nunca de la gente que abusa porque le permitimos hacerlo, que se aprovecha porque nos cansamos de que nos hagan dar mil vueltas o porque sentimos que es imposible conseguir lo que nos corresponde.
Y es que la verdad, a pesar de ser poco participativa, sí tengo fe en los efectos que puede traer la participación ciudadana. Y es en los resultados de mis futuras acciones donde me gustaría ver que hice algo para que una ABC no se repita jamás.
Entonces sentiré que a Hermosillo ese incidente la sacó no de una simple siesta, sino de un letargo al que no volverá nunca.

01 junio 2010

Los papás de la ABC

Vale la pena el recuento de la tragedia de la guardería ABC, desde la perspectiva de cinco papás, a casi un año del incendio.

Un link al trabajo de la revista Eme Equis. El PDF cuenta con un visor para leer todo el trabajo.

http://www.m-x.com.mx/2010-05-30/los-padres-de-hermosillo/

31 mayo 2010

Imposible

La Clínica de los Pies y el Centro de Audición están en el mismo edificio. En la sala de espera se conocen la oreja y el pie. La atracción es intensa e inmediata. A ella le atrae la firmeza de sus pasos; a él de ella le enloquece su manera de escucharle. Desean estar juntos a como dé lugar, llegando incluso a los extremos de la contorsión. Pero al poco lo dejan: No creen en las relaciones de lejos.

07 mayo 2010

Hoy fue la primera vez en mi vida que sentí un temor GENUINO por el futuro en lo que refiere a la escasez del agua :S

Luego comentaré las razones.

02 mayo 2010

Ley SB1070

Amnistía Internacional (AI) recomendó a Méxio ‘bájarle dos rayitas’ a su reacción ante la Ley SB1070 de Estados Unidos, y primero darle más atención a los abusos contra inmigrantes centroamericanos que ocurren en el País.
Felipe Calderón, en su función de presidente de México dijo que esta regulación “abre la puerta a la intolerancia, al odio, a la discriminación, al abuso en la aplicación de la ley”, sí es cierto.
El gobernador de Sonora, Padrés también ha expresado su “dolor” por lo que ya se considera una fisura en la relación entre Sonora y Arizona. Sin duda, esto podría representar una fractura histórica.
Pero también Amnistía Internacional tiene razón en que no hay congruencia entre las reacciones mexicanas por la discriminatoria Ley y los abusos que se cometen dentro del territorio nacional contra los hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, en su paso a EEUU.
Sí, es cierto, que la Ley SB1070 permitirá que personal de migración tenga mayor libertad para cometer acciones despóticas, inhumanas, etcétera contra indocumentados y/o extranjeros, con total amparo de su gobierno.
Tal vez en la línea fronteriza y a pesar de contar con pasaporte y visa, los agentes de las garitas fronterizas enfatizarán aún más su soberbia entonación al cuestionarnos sobre nuestra procedencia, destino y motivo de visita.
Sin embargo, sin esta Ley o no, la discriminación en Estados Unidos, en especial en Arizona, es una actitud muy arraigada a su población, y no corresponde a los gobiernos mexicanos tratar de eliminarla. Pretender educar y cambiar a una comunidad ajena suena a una tarea titánica y a utopía, para un país que no acaba de solucionar sus problemas.
Lo que si les corresponde es hacer que las condiciones de vida en México sean tan inmejorables, que la gente no quiera ir para allá sino casi por obligación.
Vivimos en un país donde tendemos a ver lo de nuestro vecino del Norte como mejor, replicando a veces hasta de manera inconsciente lo que han hecho ellos, hasta sus peores vicios y errores.
Compramos sus mercancías (también las hechas con nuestra malbaratada materia prima), copiamos sus modas, replicamos la discriminación con los que vienen del Sur (y también con los indígenas de aquí).
No defiendo para nada esa ley, estoy de acuerdo en lo negativa que es en todos los aspectos, pero creo que si se resolvieran muchas cosas en México, probablemente se reduciría tanto la migración, que leyes como la SB1070 nos pasarían desapercibidas.

La nota completa sobre el informe “Víctimas invisibles, migrantes en movimiento a través de México”, de Amnistía Internacional en el siguiente link:
http://www.eluniversal.com.mx/primera/34853.html

27 abril 2010

Efecto lubricante

Que esta bola de ideas salga algún día,
sin quedarse pegada,
cual masa amorfa y ahumada,
abandonada,
en un sartén sin teflón.

31 marzo 2010

Noticias del día

Cuando me entero de casos como el de la niña Paulette, encontrada muerta en una bolsa de plástico en su propia casa, asesinada presuntamente por su mamá, quisiera que la noticia más impactante de cada día fuera que algún artista acepta su homosexualidad, por ejemplo.

24 marzo 2010

Caminata

Luego de unos dos años sin utilizar el transporte público de Hermosillo, anoche me subí a un camión de la ruta 4 que, para bien o para mal, a los 10 metros de la parada, se quedó tirada.
Me dio mucha risa la situación, y me percaté de que estaba agusto de estar ahí sin prisa, sentada, leyendo una revista (porque felizmente el camión era nuevo y tenía luz jeje) y nada más.

Miré hacia atrás para observar al resto de los personajes-compañeros de camión: Dos empleadas con uniforme de maquiladora, un estudiante con camiseta azul añil, universitarios y varias señoras mayores. Las mismas caras cansadas, las miradas perdidas de siempre. Las cosas en el mundo son iguales todo el tiempo, uno es el que va cambiando de posición.

Se bajó el chofer y yo atrás de él. Dijo que en 10 minutos pasaba el otro ruta 4 a recogernos, pero iba pasando un 18, que también me servía, así que lo tomé.
Esta unidad estaba más maltratada, oscura, la típica.
-Qué pasó, se descompuso?- preguntó el conductor.
-Sabe, se le apagó-
-Y eso que es las nuevas- ironizó.

Unos 15 minutos después estaba en tierra. Crucé el periférico y me interné en las calles de mi colonia, y en el camino recordé lo diferente que se ven las cosas cuando se va a pie.
El parque donde aún se reúnen algunos viejos amigos, la calle por la que caminé con mi amigo Andreas un 31 de diciembre rumbo a su primera misa católica. Los mismos espacios que a diario traspaso metida en mi cápsula de acero y tiempo, tan concentrada en nada, que apenas y los veo.

Unos metros antes de llegar a mi casa, iba disfrutando la idea de qué tal vez mis pasos contribuyen a la rotación de la Tierra, y cómo los vehículos nos quitan un poco de ese contacto.
Cuando llegué a mi hogar me di cuenta que no traía llaves, las había dejado junto con las del carro en el taller mecánico. Ups! Deseé tener mi carro para ir por ellas!!
Jé, bueno eso no es cierto. Dije: Mañana voy por mis llaves, hoy toco la puerta.
Con todo esto no estoy diciendo que renunciaré a los carros para ser una peatona de hueso colorado, solamente que es interesante desprenderse de ellos por unos días para disfrutar las calles. Ahorita me lo están reparando, para que quede al 100, por si algún día pasa a unas buenas manos diferentes a las mías.

04 marzo 2010

Males crónicos

Aquella tos fue diferente porque en vez de aire expulsó letritas en cantidades industriales.
Juan José supuso que eran restos de todas las palabras que nunca había dicho.
Entonces empezó a aprovechar cada acceso de tos para expulsar cantidad de palabras tal que podria haber armado un volumen de Enciclopedia con ellas.
En el baño de la oficina, el elevador, las escaleras, a veces en su escritorio cuando tenía ganas de arriesgarse, ponía a prueba su capacidad expectorante y echaba miles de consonantes y vocales que formaban palabras antes diluirse en el aire.
A veces disfrutaba cubrirse y sentir pequeños ríos de letritas correr entre sus dedos.
Con cada palabras suelta, frase u oración inconclusa, Juan José recordaba algún episodio incompleto de su vida.
No obstante, un día le invadió la congoja enorme de sentir que estaba soltando más palabras de las debidas.
Fue a la farmacia en busca de algún medicamento que le parara la tos de inmediato.
-Tos seca o con flemas?-
-Con palabras-
Mientras caminaba a casa con las manos vacías, se preguntó si algún te y reposo podrían surtir el mismo efecto que un antitusivo. Lo puso a prueba y al parecer le funcionó, pues de repente, un día dejó de toser letras. Ahora sus compañeros de trabajo se preguntan por qué entrará tan seguido al baño.

02 marzo 2010

Fluyendo

La sucesión de lo días, ¿Qué es para mí? Si no es morir y revivir en cada intento, si no es el camino al diario renacer, si no es orear las ideas para que no enmohezcan, si no es respirar profundo para sumergirse nuevamente en el tiempo; si no es viajar al interior, al corazón del universo, desconectarse y reconectarse en un movimiento único y perfecto.
Si dicha transición no es la digestión fluida y rítmica de las ideas permanentes, la justa distribución de las emociones, el re-conocimiento de los valores ancestrales y el aliento en la flor del principito, entonces es una carta de amor que llegó a la casa del más indigno destinatario.

19 febrero 2010

Me molesta sobremanera la "serpiente" ínsípida, anoréxica y poco funcional a la que mal llamaron vuelta izquierda de lo que será el nuevo "par vial Rosales-Pino Suárez". El crucero Rosales - Luis Encinas, era, en mi opinión, el único crucero bonito de Hermosillo.

El puentucho ese vino a desgraciarlo. Cuando uno entra a la ciudad desde el Norte, pr el Rosales (o bulevar Rodriguez, o bulevar Kino, según la altura de esta vialidad), el armatroste mal hecho te tapa la vista de la Unison y de la plaza Emiliana de Zubeldía.

Te tapa tambien al Hermosillo Flash, que para bien o para mal, es un distintivo y el sitio que te daba la hora o las noticias y te hacía ubicarte en tu realidad cuando venías de haber estado fuera algunos días.

Pasar por abajo de ese puente a desnivel y mirar hacia arriba es observar un ejemplo de las cosas mal hechas, desganadas, de palpable baja calidad.

Del distribuidor vial setentero que se construyó en Luis Encinas y Solidaridad, y que en pcos años dejará de ser funcional (si es que ahorita la es), me reservo mis comentarios, que también, por supuesto van por el mismo camino.
Maldita hora en que se les ocurrió el Plan Sonora Proyecta.