08 diciembre 2008

Calembur 2

Que lo cura.
¿Qué locura?
¡Que lo cura!
¿Que lo cura?
Que locura.
¿Qué? ¿Locura?
Qué locura.
¿Qué? ¿Lo cura?
¡Qué locura!
¿Qué? Lo cura.
¿Qué? Locura.
Que locura la cordura.

¿Qué te cura? La locura.

30 noviembre 2008

Pollito

El pollito que me regalaste en mi cumpleaños, porque sabías que los perros, como el que mi abuela le dio a mi hermana, a mí no me gustan, ni tampoco los gatos me gustan porque me dan alergia, de hecho no sólo no me gustan, sino que también siento como que los odio, bueno, aunque no sé si eso es odiar, tal vez ellos me odian a mí pero yo lo que siento por ellos no es tan fuerte como el odio, además que procuro no odiar para no desperdiciar energía, y es que una vez, un gato me miró feo y yo intenté devolverle la misma mirada, y creo que no funcionó porque él la hizo aún más fea y luego se fue, y es que las miradas de gato, aunque profundas, no me gustan, prefiero las profundas, pero bonitas como la que tenías tú, hasta aquél día que la cambiaste por una difusa y distante cuando me diste el pollito, al que cuidé mucho mucho, pero se me murió ayer. Quiero un pollito.

25 noviembre 2008

La Noche

Es la pared que separa al tiempo del tiempo
que es cubierta y a la vez contenido
que traga penas y libera suspiros
que recibe con resignación de madre
a los agobiados y los desvalidos
y los derrotados y también los vivos.
Que es manta que cobija y destapa
por tiempos iguales,
que retira lo que comparte
como un novio arrepentido,
que sofoca gritos de auxilio y
también de placer.
Es himen que se rehace por sí mismo
para recibir a su contraparte el día
que se sumerge cada tantas horas.
Es la materia incolora, insabora e inolora
que a la vez posee todos los colores y sabores y olores del mundo.
Mezcla de todas sensaciones.
Y es sobre todo, de los agotados el elixir,
y el silencio sepulcral que calma.

15 noviembre 2008

Feria del libro

Un tipo gordo sentado adentro de un Tsuru rojo acaba de disparar a una muchacha de blanco que caminaba sola sobre la banqueta. La muchacha se desploma, él ha soplado a la punta de su pistola y se la ha enfundado entre la cadera y el pantalón.
La muchacha de blanco, en su camino entre la Feria del Libro y su lugar de trabajo, pensaba, que un personaje de cuento era una persona común y corriente, sorprendida por un hecho extraordinario en medio de uno ordinario.
El gordo, por su parte, había decidido que a su vida le hacía falta un hecho extraordinario en medio de su ordinaridad.

En un stand de la feria, una muchacha de blanco hojea un libro de pasta roja. El hombre gordo que pasa a unos metros de ahí, le guiña un ojo. Ella sonríe.

14 noviembre 2008

CONTRATO

TITULO PRIMERO.
CAPITULO 1.
Artículo 1. Te seguiré queriendo aún cuando mis huesos ya se hayan convertido en polvo.
(No aplica en casos de incendio premeditado)

12 octubre 2008

Abonos

Vestirme de luto por las horas de ayer,
resultado de una resta permanente
y continua
de porciones de vida.
Cada minuto se vive el duelo por la muerte del anterior,
es un deceso,
y un renacer.
Cada segundo es hoja muerta
que abonada a la vida
se vuelve eternidad.

21 septiembre 2008

Tarde laboral

Mis compañeros golpeaban rutinariamente los teclados de sus computadoras reconstruyendo retazos de los hechos de hoy que mañana serían historia. Todo parecía habitual esa tarde.

Yo caminando hacia la impresora pensaba: esta ya es mi última nota del día. Sólo tenía que lleváserla al corrector para que le echara un vistazo. Tomé la nota y chequé que fuera la mía, alcé la mirada hacia el área contigua y vi a mi jefe, sentado frente a la computadora de la diseñadora, dándole algunas indicaciones sobre la portada de la sección.

-¡Hey! Creí que que te acababa de ver de reojo cuando pasé por tu oficina... justo pensaba ir para allá en unos minutos.

Su mirada continuó como perdida entre las líneas de texto e imagen en el monitor de Teresa y me dijo:

-¿Ah si? Ahorita voy para allá.
-Qué raro! lo juro que te vi.
-A lo mejor era mi doble - dijo con media sonrisa en la boca.
-Tal vez sí eh. Ahorita iré con él a ver si es más simpático que tú- le dije bromeando.

Dejé mi nota con el corrector y en menos del minuto estaba ya en la oficina de mi jefe.

-¿Qué pasa Alejandrita, cómo estás?-

Me acercó un plato de galletas. De almendra, mis favoritas.

-No me había fijado que tenías máquina de capuchino. ¡¿Puedo?!
-Claro Alejadrita, sírvase con confianza. ¿Qué pasa eh?.

Me senté a disfrutar mi capuchino y mis galletas, apagó la televisión y puso música. Su oficina, de pronto, me pareció más cómoda. Había un diván, una máquina que hacía un sonido relajante, y una refrigeración que no emitía ruidos.
Hablamos de los pros y los contras del periodismo diario, de que el tiempo nos comía y que los resultados no podían ser como antes con las exigencias de ahora. En términos personales, le comenté mis intenciones de escribir algo más que las notas del día, de poder opinar un poco, proponerle algo nuevo al lector, algo menos aburrido, por favor.

Me dijo que me entendía perfecto, que no limitara mi creatividad a tiempos y espacios, que dejara fluir libres las ideas y las plasmara una vez maduras.¿Y si algún día no fluían? No pasa nada, dijo, aquí nadie es una máquina.
¿El salario? Sería el mismo... Aquí la idea, dijo, era conseguir la comodidad del empleado.

-Ah, además, te doy la primicia, es casi un hecho, tan hecho como que sólo falta que nos den las llaves, que a partir de la próxima semana todos los reporteros tendrán carro, para que no tengan que gastar los suyos en el trajín diario.

Salí encantada, feliz. El empleo que tenía en el mundo real se acercaba cada vez más al de mis sueños. Este Mario sí que es simpático, pensé mientras caminaba hacia mi cubículo.

-Ale, ¿Comerás aquí o irás a tu casa?-

Giré mi cabeza para responderle a mi compañero que comería ahí, con él. Pero el no me miraba. Miraba a alguien más.
Otra persona, idéntica a mí, sentada en mi escritorio. Misma cara, mismo peinado, misma ropa. Con la mirada perdida en las lineas de texto en mi monitor y los dedos tecleando rutinariamente retazos de los hechos de hoy que mañana serían historia.

23 agosto 2008

GOTA

¿Como suena una gota de lluvia al caer?
Manuel, con su mentecita de 10 años, había intentado imaginar ese sonido. Tenía esa imagen en su cabeza, la de una lluvia de una sola gota estrellándose en la tierra. Pero la escena siempre era silenciosa.
Ese día, un estanque de agua oscura había amanecido unos kilómetros atrás de su casa. En el hoyo donde Marcos, Adriana y él se ponían a buscar latas y otros tesoros.

Estaba acuclillado en la orilla viendo a los dos hermanos chapotear. Marcos siempre líder, siempre cuidadoso y vigilante. Adriana, tan distraída como bonita. Se preguntaba cómo sería tener una hermana. A lo mejor era como una mamá o una maestra pero en chiquita, y no tan cariñosa como aquélla, ni tan regañona como esta.
Se dejó caer hacia atrás, estiró las piernas, se puso la gorra sobre la cara y, con las manos entrelazadas sobre la panza, cerró los ojos y dejó que el viento y el sol lo llevaran al sueño.

Un chapoteo como el de una rana gigante lo despertó. No se dio cuenta en qué momento se había quedado dormido. No alcanzó a distinguir nada, veía sólo cuatro brazos y dos cabezas, que entraba y salían, entraban y salían del agua estancada. Corrió y estiró su brazo, jaló a Adriana hasta que ésta se agarró de un pedazo de poste viejo que había en la orilla, pero a Marcos, a Marcos lo perdió de vista. Todo pasó bien rápido y antes de pensar, ya él y Adriana y gritaban a todo volumen el nombre del otro niño. Y ya pronto se había acercado Karla, otra niña que buscaba tesoros, y que después fue la que volvió con adultos.
Pronto ya estaba ahí el papá de Marcos. Manuel no lo vio venir, sólo lo vio ahí parado, en la orilla del estanque viendo como unos bomberos sacaban del líquido chocolatoso el cuerpo de su primogénito.

El papá de Marcos era muy bueno. Se parecía a Adriana, pero tenía un semblante serio como el de Marcos.
Una lágrima cayó del ojo del papá de Marcos y se estrelló contra una roca en el suelo. Explotó tan fuerte, que el eco se quedó grabado en los oídos de Manuel durante el resto del día y toda la noche.

Muting

Silencio
palabras guardadas
un tornillo en tu garganta
que desprende un sabor amargo y dulce
como de fierro y sangre.

Y tú que siempre diste mucho
y pediste poco,
hoy exiges una respuesta pero no te atreves
a hacer la pregunta.

Un cuchillo invisible enterrado en tu garganta.

16 agosto 2008

El sueño de Saint-Exupery

(Ejercicio de clase, en el que debíamos inventar el sueño de un personaje famoso).

La tarde del 31 de julio de 1944, el francés que escribió El Principito tuvo un sueño.
Soñó que estaba sobre una loma de arena blanca contemplando una puesta de sol que nunca terminaba.
Todo a su alrededor era luminoso y líquido. Súbitamente, el llanto de un bebé irrumpió en su éxtasis. Al girar la cabeza, encontró que Consuelo, su mujer, llevaba un niño en el vientre. Alcanzó a percatarse de que el bebé, a pesar de sus pocos meses de formación, era rubio y hermoso. Era el principito y era su hijo. Una sensación fría y cálida a la vez caminó de su pecho a su cerebro, desembocando en una sonrisa. Consuelo, en cambio, lo veía sin mirarlo, con sus manos sobre la panza.
Entonces él sintió desconsuelo ante la decepción que su esposa sentía por él. Recordó a la flor que en su libro tanto amaba El Principito y deseó haberla hecho con más esmero. Quizás debió escribir un libro especialmente sobre esa flor que también él amaba.
El llanto del bebé lo sacó del sueño dentro de su sueño. !Dibújame un avión!, dijo la creatura.
Saint-Exupery pensó en hacer mejor un dibujo del él con el principito en sus brazos para guardarlo por siempre. Pero al estirar su brazo, intentando alcanzar un lápiz, se despertó abruptamente, mientras el avión que tripulaba caía lentamente.
Fue la última misión del escritor y aviador francés.

13 junio 2008

Cimarrón multicolor

Como cada tarde, entre las 6 y las 7, don Miguel ve correr la sombra de un cimarrón entre los cerros.
Es bonito espectáculo para él, gratuito y al atardecer, que a la vez le recuerda que está por concluir su turno de este día en el estacionamiento del Centro Ecológico.
Desde que empezó a trabajar ahí, hace 10 años, el movimiento del animal no había sido nunca tan intenso. Pero siempre lo ha disfrutado igual, pues le recuerda a los que, de pequeño, veía en los ranchos cercanos a su pueblo.
El calor durante esta jornada es sido agobiante. Su cuerpo lo ha resentido desde media mañana. Percibió desde que se despertó y antes del café de la mañana, que su organismo ese día no tendría humor para aguantar mucho.
El galope del cimarrón esta tarde es más fuerte que el habitual. Don Miguel siente como si el cimarrón estuviera trotando, pequeño y rítmico, dentro de su pecho.
De pronto se descubre a sí mismo semirecostado en el tronco inclinado de un mezquite. Los ojos le arden y riachuelos de sudor cubren su rostro.
La sombra del cimarrón se torna roja, azul, amarilla, morada, naranja, toma múltiples tonalidades. Y ahora se desprende de la superficie rocosa, pareciera venir hacia don Miguel, galopando con una potencia cada vez mayor. Cada vez mayor.
Hasta que choca con don Miguel, quien no hace ningún gesto, sólo esboza una pequeña sonrisa antes de que la sombra multicolor se funda en él. Un golpe de calor ha tumbado a don Miguel.
Ahora es él quien, como lo soñaba de niño, disfruta de un paseo eterno montado sobre un borrego cimarrón, como aquel que veía en su pueblo.

05 mayo 2008

Las penas de Werther

Bueno, pues a falta de inspiración y voluntad en los últimos días para terminar de escribir algo nuevo, por lo pronto subo esta reseñita que hice cuando llevábamos no me acuerdo qué materia en la escuela pero nos pedían reseñas.

LAS PENAS DEL JOVEN WERTHER, por Goethe.
(O EMOS EN EL SIGLO XIX)
-
Werther es un joven de alma sensible, que descubre en la naturaleza detalles que casi lo hacen llorar, y que intenta reflejarlos en sus pinturas. Es sencillo, amable, una persona que le cae bien a la gente, sobre todo a las mujeres.

La historia comienza cuando Werther deja su ciudad repentinamente y se va a otro lugar, al principio no muy agradable para él, pero el cual termina por gustarle mucho.

La historia es narrada mediante las cartas que enviaba a su amigo Guillermo, y las narraciones que éste (o un tercer narrador) hace en medio de las cartas, y que deja descansar por momentos la voz de Werther.

En sus cartas detalla sus pensamientos y reflexiones cotidianas, que en veces llegan a ser muy filosóficas, y a meterse en la perspectiva de lo qué es el hombre, su misión en la vida, etc.

Werther conoce a Charlotte y pronto se enamora de ella sin saber que ella está comprometida con un muchacho llamado Alberto, de quien Werther no puede evitar hacerse amigo, ya que es una buena persona.

Podemos ver en Werther a una persona obsesiva, dramática y noble; en Charlotte, una mujer muy pasiva, pero buena amiga, cuyo más simple gesto le quita el aire a Werther, lo emociona y hasta en veces, lo hace llorar de emoción al recordarla.

A pesar de que intenta alejarse, no puede ni quiere estar lejos de Charlotte. Ella le tiene un cariño muy especial, casi igual que a Alberto, sin embargo no se atreve a corresponderle nunca. El protagonista da muestras de ser una persona noble, que se encariña fácil con los niños, y adultos, aunque le sean desconocidos.

La técnica narrativa me parece muy buena, de intercalar cartas con una voz externa. Las cartas llegan a ser un desahogo para el protagonista, quien llora y se desespera por no tener a Charlotte. Su amor parece más bien una obsesión, que lo hace sufrir por casi dos años. Que lo hace pasar noches en vela y una depresión constante.

La literatura y la introspección, lo llevan a un extremo de casi perder la cordura, y al final de tomar una decisión fatal.
Durante la primera mitad del siglo XIX, la corriente romántica dentro del arte, en especial de la literatura, llevó a muchos jóvenes a cometer suicidios por amor.

Es notable el parecido entre Goethe y Werther. Al leer la biografía de Goethe me percaté del inmenso parecido que tiene con el personaje de su libro, es decir, puso muchas de sus vivencias en este libro.

Según las biografías de Goethe, este libro intenta ser una crítica de la melancolía que se vivía en esa época. Sin embargo creo que llega a convertirse en un libro melancólico más.

Creo que con esto podemos ver que los "Emos" no son algo nuevo, já.

21 marzo 2008

El punto al final

Al final de esta frase siempre me encuentro con un punto que me impide expresar lo que quise al inicio.

13 marzo 2008

Muerte a la rutina

Las líneas que sobre su escritorio dibuja el Sol, el olor a café recién hecho y el teclear de las computadoras es igual al de todas las mañanas de los últimos ocho años. Todo permanece igual en la sala de telemarketing en que trabaja Rosario. La misma pesadez en sus ojos y el agobio en su pecho.

-Bazooka shopping, buen día, ¿en qué puedo ayudarle?

-Hola, buenos días Rosario...

-Buenos días- intenta aparentar que no reconoce esa voz agobiante de los últimos meses -¿en qué le puedo ayudar?

-Hola, soy tú, ¿cómo amaneciste hoy?

-Perdón… ¿cómo dijo?…

-Te dije que soy tú, ¿cómo estás?- insiste enérgica.

-Sí, mire, usted está llamando a Bazooka Shopping, ¿desea ordenar algún producto?, Tenemos en promoción la AK9 para principiantes, incluye un DVD y un manual -intentó presionar

-Rosario escúchame, no te hagas la sorda. Tengo meses buscándote y me sacas la vuelta, es necesario que hablemos de tu vida… de nuestra vida.

-A ver, a ver, basta de bromas, ya estoy harta… déjame en paz ¿quieres?

-Mira, fui clara desde la primera vez que te llamé, necesito que cambies de actitud, esa amargura que te cargas no me deja estar a gusto acá en el mundo de los alter ego… me oprimes ¿sabes?…

-Mira, quién quiera que seas me tienes hasta la madre con tus cuentos así que te voy a colgar.. déjame con mi amargura ¿ok? Yo tengo una vida, tú sigue en ese disque mundo que te inventaste ¿sale? Y adiós que tengo que contestar unas 200 llamadas más.

-Ey, ey, ey... si cuelgas te vas a arrepentir… los alter ego tenemos un ego bastante elevado… tú no puedes dejarme hablando, no te quieras pasar de lista… debes ser una persona sumisa y obediente, acuérdate que el alter aquí soy yo.

Rosario azotó la bocina sobre el teléfono, abrió un paquete de galletas que había sobre su escritorio y, mientras masticaba una, pensó en cuánto tiempo más tendría que soportar a su alter ego, a quién, por cierto, ella se había encargado de inflar tanto hasta darle vida propia.

En eso pensaba Rosario cuando entró la siguiente llamada. Pero no pudo contestar: al levantar la mirada, sus ojos se toparon con la imagen de la mismísima Rosario que le apuntaba a la cabeza con una AK9 cromada: Te lo advertí.

12 marzo 2008

Ojos

Abrí los ojos y me descubrí en un asilo, viviendo la pesadilla que nunca quise soñar: la soledad al final de mis días.
Los surcos en mis manos delataron los años vividos en un santiamén. En un pestañeo.
Intenté cerrar los ojos y volver atrás pero, a borbotones, el agua salada dificultaba la acción.
Los abrí por completo; en la mirada de un anciano reconocí tus ojos y supe que aún estaba a tiempo.

10 marzo 2008

Realidad

A continuación trascribo un extracto de un artículo de Ana Moreno, publicado en la revista Etcétera hace ya más de un año. Al leerlo me sentí identificada en varios aspectos y comprendí el por qué en Hermosillo el ser reportero es una labor que a muchos no nos satisface del todo...

"La mayoría de los reporteros, aun con licenciatura, tienen (tenemos) una mínima capacitación en redacción y ortografía, y grandes carencias en conocimientos de cultura general. Se ha desvirtuado mucho la labor social del periodista, pues la mayoría se dedica a cubrir su "cuota" diaria de tres o cuatro notas "duras", producto de las declaraciones de funcionarios, a quienes no se les cuestiona sobre los distintos problemas que enfrentan las comunidades. El reportero se ha sumido en la "declaracionitis", acepta cualquier respuesta sin indagar el fondo.

Ellos no son los únicos responsables, porque la misma dinámica de los medios los obliga a cumplir sólo el requisito de cubrir eventos o dar seguimiento a casos, pero no les dan tiempo, herramientas ni la protección de su integridad. Esto en muchas ocasiones provoca un sentimiento de vacío en el reportero."


En este link pueden leer el artículo completo:

http://www.etcetera.com.mx/pag62ne74.asp

27 febrero 2008

vivencia fúnebre

En ese pequeño espacio rectangular, cuatro tablones encierran el desguansado cuerpo de Rocío.
El sol y el tiempo ya comenzaron a trabajar en su cuerpo. Un olor putrefacto empieza a brotar de él. Sus ojos ya abotagados; pareciera que está simplemente dormida. Y el silencio es lo único que se escucha a su alrededor.
Un día gris, la carga de toda una vida. Un espectro espiritual rodea las sobras de su existencia.

Prump.

El cuerpo de Rocío, se pone rígido y laxo en un santiamén. La sustancia que de él emerge parece arrastrar consigo todo lo negro que le ocurrió en el día.

Splash.

Un remolino de agua. Todo se ha ido.




STATUS

*Trying not seem like a Work-o-holic
*En un soundtrack continuo
*Frío y resfriado

01 febrero 2008

Golpes

Periodismo.
Espejismos de la realidad (y la no realidad) golpean los sentidos,rebotan en la mente, resurgen de los dedos, y en forma de sonidos golpean pequeños cubos de plástico, se impregnan en el espectro digital, escurren por el aire y se pintan en papel.
A las palabras, en forma de ideas las absorbe el ojo, golpeando el cerebro, generando reacciones,que se vuelven parte de la realidad (y la no realidad). Todo en un círculo vicioso de 24 horas.