Será que cuando viajas eres una sucursal de ti y llevas lo necesario para ser, pero también la libertad de cerrar al público cuando quieras salir por la puerta trasera, sigilosa, o escandalosamente según la ocasión, y recoger un poco de la poesía que hay en los charcos y en las flores, en el sol embarrado en los muros y en la música de los acentos que emergen de bocas extrañas.
Y será que cuando vuelves al lugar donde eres matriz de ti descubres que, con suerte, te habitan pequeñas sucursales de aquello que fuiste en tierras lejanas.
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1 comentario:
Me encantó amiga! ^-^
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