12 octubre 2007

No era un sueño.

Desperté y ya no era yo,
era mi alma,
sujetandose con las uñas
a los últimos vestigios de mi cuerpo.
Caliente aún la carne,
los poros ya no respiraban,
y en el fondo, tímido,
un débil latido se rindió.



*.*.*.*
Esto lo escribí el 12 de Octubre de hace dos años. Se me perdió por más de un año y hace poquito lo pude rescatar de entre los escombros digitales.

5 comentarios:

mAyiyA =) dijo...

reinitaaaaaaa que padre escribes...
estoy orgullosa de ti.. =**

Anónimo dijo...

me tienes muy olvidado...

Anónimo dijo...

Alita, ups, Ale, que buen escrito... me gustó bastante... :)

La Sombra dijo...

Amiga, ya sube algo nuevo ¿no? quiero leer algo nuevo...

Víctor dijo...

¿La tumba quedó enterrada?