El día en que Rosario sintió que no podía más, decidió emigrar a ese lugar, para unos incomprensible, para otros enigmático, de donde uno no vuelve ni por voluntad propia. Harta de la indiferencia de su marido y de la insolencia de sus hijos, un dia se armó de valor y amaneció loca. Desde la oscura demencia que la posee ahora, se dedica a mirar pasar el ir y venir de la vida, esa vida donde nunca jamás sintió aquello que todos llaman 'felicidad'.
4 comentarios:
me quede sin palabras..
pués... gustaria k m contestaras a la pregunta k t ise,gracias
cuál pregunta?
jajaja
me encantó esta historia..saludos; )
chiquita pero bonita..
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