15 febrero 2011

Anti-insomnio

Cuando se dificulta conciliar el sueño, uno tiende a girar el cuerpo en ángulos de noventa grados; si esto no mejora la situación, al menos estimula la proliferación de imágenes mentales curiosas, frases célebres y hasta el germen de un poema o un futuro best seller. Lo que pocos saben (me incluyo hasta hace unos días) es que, en dichas ocasiones, es posible contactar a otras personas que también sufren insomnio.

Esto me lo dijo Ángel, mi compañero de oficina, una mañana que le conté sobre una pésima noche, en la que no sólo no logré dormir, sino que mis cinco sentidos no lograban hacer otra cosa además de estar en la cama batiendo pensamientos.

Me lo confió como quien revela su bien más preciado: “La próxima vez que te pase eso, piensa en mí, si te concentras lo suficiente y en ese momento yo también estoy batallando para dormir, vamos a tener un encuentro muy especial”.

Las noches subsecuentes ¡Fueron tan emocionantes! Nunca logré distinguir el segundo en que mi mente abandonaba el peso de mi cabeza y mi cuerpo encamados, y se transportaba con Ángel a los escenarios menos pensados, desde un rascacielos abandonado en una ciudad imaginaria, hasta una veloz lancha en el Sena de un París extraño y no menos atractivo.

Otros días fueron tranquilos. Por ejemplo, la cuarta noche de insomnio, nos dedicamos a explorar rincones desconocidos de la empresa en que ambos trabajamos. Así descubrimos qué guarda María en el cajoncito que siempre tiene bajo llave, y que la pequeña puerta atrás del cubículo del licenciado Ortega, no conduce a nada interesante. Pero sin duda, la noche que más disfruté, fue cuando corrimos descalzos por todo el mundo. No sentí cansancio, a pesar de que ningún país y paisaje hermoso escapó de mis ojos. Disfruté el mundo, me lo comí entero, en cosa de cuatro segundos.

Todo esto suena inverosímil al contarlo, pero mientras se experimenta es imposible percatarse de su irrealidad.

Luego de una semana del insomnio más insólito y emocionante de mi vida, anoche ocurrió algo aterrador: no logré contactar a Ángel.

De inicio, la locación pintaba interesante. Me encontré en la azotea de un rascacielos apenas iluminada por la luna menguante. Había un silencio sepulcral que penetraba hasta el último resquicio. Esas condiciones me provocaron la sensación de ser la protagonista de un filme, hasta que vi a Nancy aparecer en el extremo opuesto, mirando asombrada a su alrededor, lo cual me sacó completamente del guión. ¿Qué hacía ahí la novia de Ángel? El impacto me llevó de vuelta a la cama, donde estuve dando vueltas al asunto, y a mi cuerpo, hasta el amanecer.

La mañana de oficina volvió a ser como ocho días antes: gris y flemática. Me preparé un café cargado y abrí mi correo electrónico, el primero era de Ángel. “Nancy también está sufriendo insomnio, hay que tener cuidado”. Salí a la azotea del estudio para respirar las ideas: lo primero y más importante, pensé, es que Nancy no alcanzó a verme. Lo segundo: ella es la directora de recursos humanos en la empresa donde estoy a prueba para el puesto de guionista de series televisivas. Por mi futuro profesional, es preciso que encuentre otra manera de manejar el insomnio. Creo que hoy compraré pastillas para dormir.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola. Tuve un sueño bien culero. Por alguna razón onírica, te encontraba en una casa bien decadente, con gente bien decadente, algo raro se traían entre manos (sólo recuerdo la angustia, nada específico). Te dije que si qué hacías ahí. Contestaste que te quedaba un año de vida. Y me puse triste. Y así pues, fiel a las tradiciones, te lo cuento. Adiosín.

Enriqueto.

Anónimo dijo...

me siento japi pork porfin lei algo entendedero para mi,,,,ya sabes como soy jajajaja, beibiiiiiiiiiiii

vitchit-maior..........jajaja

Pixie dijo...

Ale! que cutie.

Eres, aparte de la mía, una de mis mentes favoritas jeje.

Habrá que conectarnos tu y yo más seguido.

El insomnio algunas veces es algo cool :P jejejeje. Disfrútalo!

Ana María dijo...

me encantooo!!
lastima que yo siempre puedo dormir..!

AM

Negris dijo...

Me encanto, me transporte junto contigo y con angel por esa aventura del insomnio..felicidades!

Sol dijo...

Qué buen cuento, Ale! atrapa en la trama, el ritmo, la tensión y descenlace. Que estés muy bien!

Alejandra Meza dijo...

Gracias a todos por sus comentarios. Muchos saludos Sol, me dio gusto leerte :)