02 mayo 2010

Ley SB1070

Amnistía Internacional (AI) recomendó a Méxio ‘bájarle dos rayitas’ a su reacción ante la Ley SB1070 de Estados Unidos, y primero darle más atención a los abusos contra inmigrantes centroamericanos que ocurren en el País.
Felipe Calderón, en su función de presidente de México dijo que esta regulación “abre la puerta a la intolerancia, al odio, a la discriminación, al abuso en la aplicación de la ley”, sí es cierto.
El gobernador de Sonora, Padrés también ha expresado su “dolor” por lo que ya se considera una fisura en la relación entre Sonora y Arizona. Sin duda, esto podría representar una fractura histórica.
Pero también Amnistía Internacional tiene razón en que no hay congruencia entre las reacciones mexicanas por la discriminatoria Ley y los abusos que se cometen dentro del territorio nacional contra los hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, en su paso a EEUU.
Sí, es cierto, que la Ley SB1070 permitirá que personal de migración tenga mayor libertad para cometer acciones despóticas, inhumanas, etcétera contra indocumentados y/o extranjeros, con total amparo de su gobierno.
Tal vez en la línea fronteriza y a pesar de contar con pasaporte y visa, los agentes de las garitas fronterizas enfatizarán aún más su soberbia entonación al cuestionarnos sobre nuestra procedencia, destino y motivo de visita.
Sin embargo, sin esta Ley o no, la discriminación en Estados Unidos, en especial en Arizona, es una actitud muy arraigada a su población, y no corresponde a los gobiernos mexicanos tratar de eliminarla. Pretender educar y cambiar a una comunidad ajena suena a una tarea titánica y a utopía, para un país que no acaba de solucionar sus problemas.
Lo que si les corresponde es hacer que las condiciones de vida en México sean tan inmejorables, que la gente no quiera ir para allá sino casi por obligación.
Vivimos en un país donde tendemos a ver lo de nuestro vecino del Norte como mejor, replicando a veces hasta de manera inconsciente lo que han hecho ellos, hasta sus peores vicios y errores.
Compramos sus mercancías (también las hechas con nuestra malbaratada materia prima), copiamos sus modas, replicamos la discriminación con los que vienen del Sur (y también con los indígenas de aquí).
No defiendo para nada esa ley, estoy de acuerdo en lo negativa que es en todos los aspectos, pero creo que si se resolvieran muchas cosas en México, probablemente se reduciría tanto la migración, que leyes como la SB1070 nos pasarían desapercibidas.

La nota completa sobre el informe “Víctimas invisibles, migrantes en movimiento a través de México”, de Amnistía Internacional en el siguiente link:
http://www.eluniversal.com.mx/primera/34853.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Primeras! =P