27 febrero 2008

vivencia fúnebre

En ese pequeño espacio rectangular, cuatro tablones encierran el desguansado cuerpo de Rocío.
El sol y el tiempo ya comenzaron a trabajar en su cuerpo. Un olor putrefacto empieza a brotar de él. Sus ojos ya abotagados; pareciera que está simplemente dormida. Y el silencio es lo único que se escucha a su alrededor.
Un día gris, la carga de toda una vida. Un espectro espiritual rodea las sobras de su existencia.

Prump.

El cuerpo de Rocío, se pone rígido y laxo en un santiamén. La sustancia que de él emerge parece arrastrar consigo todo lo negro que le ocurrió en el día.

Splash.

Un remolino de agua. Todo se ha ido.




STATUS

*Trying not seem like a Work-o-holic
*En un soundtrack continuo
*Frío y resfriado

6 comentarios:

Ana María dijo...

reinita.. que fea vivencia..

Alejandra Meza dijo...

por qué fea?.. es todo lo contrario... Algo natural, qué no?.. No te hagas, Anamaría

Anónimo dijo...

¿La echaron por el excusado?

Eso del remolino de agua me sacó de onda.

Escúchate a Fernando Cabrera; te volará la tapa.

Alejandra Meza dijo...

algo que aprendí en la última sesión del curso de creación es que no hay que explicarle al lector de que se trata tu texto...


damn!!

Anónimo dijo...

ah, bueno...

Rhadamanthys dijo...

La Mayiya no le entendió jajaja