30 junio 2010

Personajes

A falta del soundtrack, los efectos especiales, los close-ups y todos esos elementos que complementan una película o un programa de televisión, a veces no nos percatamos de que a nuestro alrededor transcurren personajes de la farándula.
Una vez andaba reporteando en el mercado Francisco I. Madero cuando me di cuenta que la directora del lugar era nada más y nada menos que Paquita la del Barrio: mismo cuerpo, misma cara, misma voz (si mal no recuerdo, al salir de su oficina, alcancé a escuchar que cantaba “Rata de dos pataaas…”).
Ayer caí en cuenta que el papá de Armandito es Diego Verdaguer, más chaparro, más flaquito, pero el mismo bigotazo, igual semblante y, no me consta, pero tiene cara de que no canta mal las “gruperas”.
Pero uno de mis hallazgos más recientes y agradables, fue cuando me encontré a Bridget Jones trabajando en la misma empresa que yo.
No tiene acento británico ni ojos azules, pero se desplaza por la vida con ese aire “Jonesco” tan singular. Al respecto, sólo espero que me toque la suerte de estar presente si algún día Hugh Grant pasa por ella a la hora de salida.

28 junio 2010

Quimera

Se enamoraron en el chat, hicieron química en facebook, pero cuando se quisieron abrazar no eran más que bits y megapixeles.

21 junio 2010

Desvaríos por insolación

A los indigentes que se funden bajo cielos de 44 grados centígrados: ¿Cómo los encuentro en Facebook?, ¿Qué fotos suben?, ¿Qué palabras pegan en la sequía de sus muros?, ¿A qué grupos de solitarios se unen? Do they like and dislike things? Y yo, ¿bajo la sombra de qué árbol virtual reposo mis sueños?

11 junio 2010

Cambalache

Cuando pienso en la isla Amantani, en el Titicaca, invariablemente recuerdo a Nely, la nativa que nos alojó en su casa.
Somos casi de la misma edad, pero qué diferentes parecemos. Ella está impregnada de la savia de la pachamama y yo, en cambio, lo estoy de las angustias propias de la vorágine llamada modernidad.
Algo de lo que más disfruté de ella fueron los platillos que nos brindó: sopa de quinua, queso asado, arroz blanco y, para pasar el bolo, un mate de muña. Uno de los banquetes que más he saboreado hasta hoy. Recuerdo a Nely acomodada en cuclillas en la casita de techo bajo, sus manos sostienen un cuchillito y las pequeñas papas que usará para el caldo.
Mientras rememoro, me descubro hincada, con un par de papas y un cuchillo en mis manos. A mi derecha, desde una desvencijada mesa de madera, un par de turistas me admiran en el proceso de cocinar. Percibo mi reflejo en la ventana, pero no es mi rostro sino el de Nely.
Y en mi casa, a miles de kilómetros al Norte, una extraña con mi rostro es recibida por mis padres después de un largo viaje.

Ciclo hídrico de una obsesionada con la higiene

Usé gel sanitizante a grado tal que terminé por evaporarme. Imperfecto el proceso de condensación y precipitación, una cuarta parte de mí se reintegró a la tierra en formato sólido, las otras tres siguen deambulando por el mundo: son nómadas que un día colman una pileta bautismal y otro bañan los cuerpos más esculturales del planeta.

09 junio 2010

ABC a 1 año de distancia

A 365 días de la tragedia de la guardería ABC de Hermosillo imagino a mi ciudad como una persona a la que aquél viernes 5 de junio de 2009 se le sacó abruptamente de su siesta de tarde calurosa.
La ciudad reposaba el calor de una mañana de casi verano, pero su ciclo de sueño fue alterado por la desafortunada conjugación de negligencia, fuego, humo, calor y las consecuencias de gritos, llantos, alaridos por demás repasadas en el inconsciente colectivo.
Y tras el despertar abrupto y doloroso ¿Qué sigue? El sábado en la noche, después del evento final del primer aniversario me pregunté, si además de estar ahí parada, de sentir lástima cuando pienso en las familias afectadas, de sentir coraje por lo que le pasó a los niños ¿estoy haciendo algo por la causa?
Y la conclusión a la que llegué fue que la acción que me corresponde es como ciudadana, exigiendo siempre y no dejándome nunca de la gente que abusa porque le permitimos hacerlo, que se aprovecha porque nos cansamos de que nos hagan dar mil vueltas o porque sentimos que es imposible conseguir lo que nos corresponde.
Y es que la verdad, a pesar de ser poco participativa, sí tengo fe en los efectos que puede traer la participación ciudadana. Y es en los resultados de mis futuras acciones donde me gustaría ver que hice algo para que una ABC no se repita jamás.
Entonces sentiré que a Hermosillo ese incidente la sacó no de una simple siesta, sino de un letargo al que no volverá nunca.

01 junio 2010

Los papás de la ABC

Vale la pena el recuento de la tragedia de la guardería ABC, desde la perspectiva de cinco papás, a casi un año del incendio.

Un link al trabajo de la revista Eme Equis. El PDF cuenta con un visor para leer todo el trabajo.

http://www.m-x.com.mx/2010-05-30/los-padres-de-hermosillo/