25 abril 2007

Eternamente

Habían pasado ya unos cuantos meses y entonces sucedió. La piel no le estorbó más y el cabello, contrario a la creencia, no le siguió creciendo. Entonces el que era su marido pensó que sería prudente ir al lugar donde ella estaba, más que nada por curiosidad, pero sobre todo, para cumplir con el rito social.
Aunque hubiera podido verla, ya era demasiado tarde. Apenas se deshizo de la carne que en vida fue su cuerpo, apenas quedaron sus puros huesitos, la protagonista de este cuento saltó de su última morada, al ataúd del único hombre que en verdad quiso en su vida. Y al fin, abrazada en los brazos huesudos de su amado, rodeados de peste y cubiertos por la luna, pudo descansar eternamente.

24 abril 2007

Un lugar llamado "El Sobaco"

Justo en una esquina de una invasión llamada El Mirador, hay una parte a la que por su desagradable ubicación, imagen y talvez, olor, le llaman "El Sobaco".
Ahí vive ella, una joven morena con rasgos masculinos y actitud despreocupada. Acostumbra vestir muy "bichi" con minifalda holgada y blusa sin espalda. Su cabello duro y seco, sin cepillar y su andar como intentando provocar. No terminó ni la secundaria, y pasa el tiempo dividida entre los quehaceres de la casa (en la que vive con su padres y 6 hermanos), recibir al buenoparanada (como lo apoda su mamá) y sentarse en la banqueta de su casa mientras pasa el tiempo.
Ella no sabe que la mujer puede trabajar en algo digno, tener éxito y ganar dinero. No sabe que puede valerse por si misma.
Si lo supiera, probablemente estudiaría para ser secretaría ejecutiva, como la protagonista de la telenovela que ve en las tardes, antes de que el "Choro" pase un ratito a su casa para que "le dé de cenar". O tal vez obtendría la oportunidad de trabajar como enfermera porque, aunque no se ha dado cuenta, tiene la vocación.
Pero nada de eso sabe, y sigue ahí, dejándose llevar por la inercia, por el conformismo, por el mismo pensamiento que han tenido siempre en su familia, absorta y perdida en lo más obscuro de "El Sobaco"

14 abril 2007

El Perfume (o El hombre solo entre la multitud)

Antier terminé de leer El Perfume, y ayer vi la película. Obviamente la imagen no superó a las letras, aunque es una versión bastante fiel de la escrita por Patrick Suskind.

Grenouille, el personaje central, me recordó un poquito la gastada frase que dice algo así como que "Uno puede estar rodeado de mucha gente y aún así sentirse muy solo". El hombre este, aunque hubiera recorrido todo el mundo una y mil veces, jamás hubiera encontrado algo o alguien que le hubiera inspirado un sentimiento. Y esto se debía a que decifraba a las personas con su olfato. Nadie lo podía engañar. Nadie lo apreciaba y él tampoco apreciaba a nadie porque en el aroma de los demás percibía pura indiferencia. Grenouille estuvo solo toda su vida.

Me pregunto cuántas veces no he reconocido el bello aroma de alguien que pasa por mi vida. Me pregunto si alguna vez mi aroma ha hecho sentirse solo a alguien a mi alrededor.


P.D.
Qué quieres?


Status

+Pensativa
+A un mes de las vacaciones!
+Se acerca la boda de mi hermana

P.D. Hoy me sacaron una muela del juicio... yupi!!!

08 abril 2007

Hoy odio los frijoles

Como de costumbre me incliné para saludar a mi nana con un beso, pero esta vez, detrás de sus lentes vi algo extraño en su ojo izquierdo. Se veía más húmedo de lo normal, como hundido, y con algo que parecía una enorme carnosidad.

- Nana.. que tienes en el ojo?- le dije asustada.

- Es un frijol- me dijo con toda la tranquilidad de sus 87 años.

Me explicó que había amanecido con dolor en el ojo, por lo que se metió ese frijolito para que arrastrara todas las basuritas y así poderlo limpiar.
Yo me quedé muy asustada y ella no me hizo caso de sacárselo, como si meterse una piedra en el ojo fuera algo cotidiano.

Le llamé a mi mamá, pero cuando ella trató de quitárselo, la semilla desapareció detrás del párpado de mi nana.

-Ahorita se sale, le va a dar toda la vuelta al ojo y luego va a salir - trató de calmarnos mi nana.

Mi má sacó unas gotitas de las que llaman "Lágrimas", que son para limpiar el órgano de la vista y le roceó unas cuantas. Mientras que con el frijol de casi un centímetro ni se inmutó, con las gotitas parecía que le estaban quemando los ojos.

- Nana cuando te salga lo tiras y no te vuelvas a poner nada por favor- le insistí bastante nerviosa.

-No te asustes - respondió, cómo si la que pusiera en peligro la salud fuera yo.

Mientras me sentaba para que no se diera cuenta que mis ojos se llenaron de lágrimas, el muy desgraciado frijol descolorido saltó de su ojo y rodó hasta detenerse en el borde de su mandil, mientras ella comía tranquila un pastel de calabaza.

Yo me apuré para agarrar inmediatamente a la habichuela que tanto miedo me causó y aventarla lejos, muy lejos de mi vista (o mejor dicho, de la de mi nana). Y ella, como niña que le dejó un diente al ratón, me preguntó:

- Se siente rasposito?.

- Emmm..... Si, creo que si funcionó - le mentí-. Creo que se le pegaron todas las basuritas.

Y ella sonrió =)